GIOVANNI PAOLO CASTELLI, llamado «LO SPADINO» (Roma 1659 – 1730 circa) Naturaleza muerta con composición de frutas Medidas: marco cm L 76,5 x H 61 x P 6,5. Lienzo cm L 55,5 x H 40 Precio: negociación reservada objeto acompañado de nuestro certificado de autenticidad y experiencia (descargable al final de la página) El cuadro, de notable calidad y realizado al óleo sobre lienzo, representa una Naturaleza muerta con composición de frutas. Uvas blancas y negras, melocotones, higos, membrillos se describen dentro de un recipiente de vidrio cuya transparencia se representa magistralmente gracias a finas luces que resaltan los reflejos de la luz. La composición ocupa todo el lienzo; uvas, hojas de parra y algunas frutas colocadas fuera del recipiente se representan parcialmente, como si salieran de la vista del observador y del marco. Un truco típicamente barroco que acentúa la teatralidad y la abundancia, hacia una composición no estática e involucrante. Poco se transparenta del ambiente en el que se describe la fruta; esta, de hecho, está iluminada por una luz proveniente de la izquierda que resalta los colores y las formas gracias a un uso inteligente de las sombras, incluso muy pronunciadas. La obra se perfila estilísticamente como una adición al catálogo de Giovanni Paolo Castelli, llamado Spadino (Roma 1659-1730). La exuberancia decorativa barroca, la calidad en la descripción de las frutas y la paleta cromática saturada y vivaz son elementos que distinguen las obras hoy conocidas del pintor romano. Giovanni Paolo Castelli, llamado «lo Spadino», es el exponente más célebre de una familia de artistas especializados en naturalezas muertas, activos en Roma en la segunda mitad del siglo XVII y en las primeras décadas del siglo siguiente. Se trata de tres pintores emparentados entre sí, los Castelli: los hermanos Bartolomeo (1641-1686) y Giovanni Paolo, separados por dieciocho años de diferencia anagráfica, y el hijo de este último, también llamado Bartolomeo (1696-1738). Giovanni Paolo es el más conocido y mejor documentado de los Castelli, conocido como «Lo Spadino», término derivado de una pequeña daga que insertó simbólicamente entre la fruta de un cuadro y seudónimo que utilizó también en los documentos oficiales y que fue retomado posteriormente también por su hijo. Hijo de Felice, oriundo de Montalto delle Marche, y de Domenica Crescenzi, romana, nació en Roma el 8 de abril de 1659. El 28 de marzo de 1690 el pintor se casó con Apollonia De Marchis, hija y hermana de dos “cuadrari”, Giovanni y Tommaso, que se ocuparon luego de difundir las obras del Castelli. Por los documentos sabemos que Giovanni Paolo residió establemente en Roma, como testimonian los estados de las almas de las parroquias de San Lorenzo in Lucina y de Santa Maria del Popolo. Pasó toda la juventud junto al puerto de Ripetta, y habitó siempre cerca de allí (via del Babuino, el Corso, strada dei Condotti). Entre 1680 y 1683 hay un vacío documental debido al hecho de que el pintor cumplió una pena detentiva por homicidio. Los primeros rudimentos formativos los recibió en el taller del hermano mayor, Bartolomeo, también él pintor de naturalezas muertas. A la muerte de este, en 1686, Giovanni Paolo heredó el taller, los cuadros presentes y la clientela, recibiendo entonces importantes comisiones de las familias nobles romanas (sus obras están inventariadas en las más importantes galerías romanas e italianas, como las Corsini, Colonna, Borghese, Pamphili, Chigi). El hecho de que el padrino de Giovanni Paolo fuera el flamenco Giovanni Herinans pintor de la casa Pamphili y que Adriano Honinck estuviera ligado a Bartolomeo Castelli demuestra las estrechas relaciones con el ambiente artístico nórdico. Además, en los años que van desde 1671 a 1674 habitaba cerca de Abraham Brueghel, cuyas obras tuvieron sobre él una ascendencia determinante, de quien heredó el gusto por colores intensos combinados de manera audaz. Igualmente, fue significativamente influenciado por el alemán Christian Berentz (1658-1722), que llegó a Roma en los años ochenta y permaneció allí hasta la muerte. A través de este último ejemplo mutó la costumbre de insertar en las composiciones objetos transparentes o reflectantes como vasos de cristal, fruteros de vidrio, objetos de plata, que le permitieran explorar las múltiples posibilidades de los juegos de luz. Mientras Bartolomeo el viejo estaba todavía ligado a la herencia de las obras de Michelangelo Cerquozzi, Giovanni Paolo se distinguió entonces de los familiares por una manera más vivaz, libre y vibrante de color, obteniendo, entre la dinastía de los Castelli, el más alto consenso como excelente intérprete del imperante fervor barroco. Giovanni Paolo Castelli murió en Roma hacia 1730. La obra objeto de este estudio se inserta bien entre los lienzos claramente influenciados por la investigación berentziana sobre los reflejos de luz de los vidrios y cristales. La frutera descrita tiene una perfecta representación de la transparencia del material, en la que, en un aparente desorden, se describen cuidadosamente los frutos, equilibrados en su cromía y forma, incluso allí donde el aparente desequilibrio de la uva que recae hacia la izquierda, encuentra una contraposición con la rama de higo. Composiciones similares y análogos recipientes de vidrio se encuentran a menudo representados en sus lienzos. Carlotta Venegoni