Ficha de artículo : 420620
August Querfurt (1696, Wolfenbüttel – 1761, Viena), Campesinos y aldeanos a la entrada de un pueblo, óleo sobre tabla
Autor : August Querfurt (1696, Wolfenbüttel – 1761, Vienna
Época: Primera mitad del siglo XVIII
August Querfurt (1696, Wolfenbüttel – 1761, Viena), Campesinos y aldeanos a la entrada de un pueblo
Óleo sobre tabla, cm 38,5 x 51. con marco L 66 x 53,5 cm prof 4,5
precio: comprendido entre 7.500,00 y 8.500,00 €
objeto acompañado de certificado de autenticidad y peritaje al final de la página
El valioso cuadro, de gran impacto cromático gracias a la técnica del óleo sobre tabla, representa una animada escena de vida cotidiana en el campo, ambientada cerca de la puerta de entrada de un pueblo. El episodio de vida campestre, representado con gran vitalidad, mediante el uso de toques rápidos y matéricos de color, ilustra a la derecha, a las puertas del pueblo, un carro cargado de heno y dos campesinos trabajando. Delante de ellos se sientan algunas figuras que se detienen junto a sus caballos. Una mujer a caballo alcanza a un transeúnte, mientras que detrás un pastor camina con su perro. A la izquierda se sienta de espaldas un niño jugando con cachorros cerca de un caballo, que descansa sentado. La entrada al pueblo está caracterizada por una abertura en arco entre muros antiguos, descritos con poético ruinoso, más allá de la cual se asoman algunas viviendas. El cielo, sereno, está marcado por algunas nubes blanco grisáceas. La obra está firmada con las letras A.Q. en la parte inferior derecha, reconocible en el monograma que Georg Kaspar Nagler señala en su célebre volumen como perteneciente al pintor August Querfurt. Su descripción nos informa que el "Pintor de batallas de Wolfenbuttel (Alemania), alumno de su padre Tobias, pintaba al estilo del Borgognone. En algunas de sus obras, en las que también se representan cacerías, se encuentran las iniciales del nombre. Fue apuñalado por mano de J. Burdé y A. Balzer. Este maestro murió en Viena en 1761". La comparación estilística con las obras firmadas y reconducidas por la crítica a la mano de Querfurt muestran analogías tanto en la técnica característica del artista, como en la cromía utilizada y en la elección de los sujetos.
Se pueden reconocer algunos caracteres típicos de las bambocciate del maestro, como la extensión del color, con pinceladas desenfadadas y rápidas, demostrando ser hábil, a través de las luces, en la representación de los volúmenes y las profundidades. El pintor describe con cuidado a los diferentes protagonistas, sus gestualidades y los indumentos; atención que indica un estudio del natural de la vida cotidiana, leída e interpretada con naturalismo. August Querfurt nació en Wolfenbuttel, Viena en 1696 y es principalmente conocido por sus sujetos que representan soldados y escenas de batalla, ciertamente influenciadas por la pintura de Philips Wouwerman. Instruido por su padre, Tobias Querfurt, pintor de paisajes y animales en la corte de Brunswick, posteriormente estudió con Georg Philipp Rugendas (Augusta 1666-1742) en Augusta.
En 1752, Querfurt se convirtió en miembro de la Academia de Viena. Tuvo importantes encargos, como atestiguan, entre otros, los doce lienzos, algunos de grandes dimensiones, realizados para el duque Carlo Alessandro de Württemberg y los ocho cuadros encargados por la emperatriz María Teresa que representan eventos bélicos relativos a la guerra de sucesión austriaca (1740-1748). Las obras para la emperatriz se encuentran ahora en el Museo de Historia Militar situado en Viena. Querfurt vivió en un período muy turbulento: el Sacro Imperio Romano Germánico, el Imperio Otomano, los Habsburgo, Gran Bretaña y un cierto número de otras fuerzas combatieron varias batallas cerca de Viena donde Querfurt vivía. En la capital austriaca murió en 1761. Algunas de sus obras se exponen hoy en el Palacio Belvedere de Viena, en la Galería Nacional de Augusta, otras se encuentran en Berlín, Dresde, Stuttgart y Bratislava. [...] En conclusión, el hallazgo de esta obra, unida al reconocimiento del monograma, permite añadir al corpus de obras de August Querturt un valioso testimonio de sus capacidades técnicas y la confirmación de que fue un valiente pintor también de sujetos diversos al género de las batallas al que en el pasado era exclusivamente reconducido.
Carlotta Venegoni