Giovanni Battista Innocenzo Colomba (1713 – 1793), Paisaje boscoso con figuras Óleo sobre lienzo, Marco A 102 x L 112 x P 8; lienzo A 77 x L 87 Precio: negociación reservada Objeto acompañado de certificado de autenticidad y de peritaje (descargable al final de la página) El valioso cuadro, atribuible al pintor Giovanni Battista Innocenzo Colomba (1713 – 1793), representa un paisaje boscoso animado por personajes. En el centro del lienzo se observa un puente de dos arcos del cual brotan vivaces cascadas, características de las obras del pintor. Además del puente, construido en ladrillo y recorrido por algunos viandantes con corceles, el paisaje se abre, colina arriba, para luego ser delimitado por grandes montañas que se aclaran a lo lejos. Una roca muestra un castillo almenado que domina el vacío. En primer plano, a lo largo de un sendero, varias personas son sorprendidas y retratadas en su cotidianidad. Desde la izquierda, una pareja de viajeros se concede una parada, mientras que poco detrás otros, acompañados por caballos, prosiguen su recorrido. En el centro dos campesinos, ella con una cesta de mimbre sobre la cabeza repleta de grano y una hoz en la mano, él sentado, con bastón y cesta a la espalda, se entretienen en un diálogo, mientras que a la derecha dos humildes padres rezan ante un niño que necesita cuidados. A la dramática escena, rica en pathos, exaltada por los gestos de consuelo y preocupación de dos personas que acuden, se une una pareja de frailes mediante un gesto de bendición, recordando la potencia de la fe y de la esperanza. Se trata, pues, de una obra de bella factura, muy agradable en el plano estético y ciertamente decorativa. Sin embargo, el paisaje y los muchos personajes descritos ocultan un mensaje de fe más rico y vigoroso que el autor desarrolla con discreción y fuerza descriptiva. En la obra es inmediatamente reconocible el estilo que distingue las obras del pintor maduro, en el que la paleta vivaz y luminosa va acompañada de finas pinceladas para formar paisajes que oscilan entre el Rococó y el Neoclasicismo. Giovanni Battista Innocenzo Colomba (1713 – 1793) nació en Arogno (Cantón Tesino), en una familia de pintores, estucadores y arquitectos cuyo patriarca se encuentra en Andrea Colomba (1567-1627). Aprendió la pintura de su tío, Luca Antonio Colomba, pintor en la corte de Württemberg en Alemania, y alrededor de 1737 figura como pintor autónomo en Maguncia, donde realizó varios frescos y decoraciones. Es probable que haya completado su formación en la Academia de Viena, que en esos años era un centro fundamental de agregación e intercambio cultural. Tuvo una intensa actividad como escenógrafo y decorador para varios príncipes. En 1741 en Frankfurt realizó la decoración, con cuadraturas y pinturas alegóricas, del techo del "Scalone imperiale" del Römer (destruido en la Segunda Guerra Mundial), con motivo de las celebraciones por la coronación como emperador de Carlos VII (12 de febrero de 1742). En 1748 fue llamado a Hamburgo donde trabajó en Schleswig-Holstein (gran fresco, en la iglesia de Uetersen con Glorificación de la Trinidad). En Hannover se convirtió en pintor de corte de Jorge II. En 1751 pasó al servicio del duque de Württemberg. En Ludwigsburg y Stuttgart tuvo una posición importante para las grandiosas fiestas de la corte. Figura como profesor en la Academia de las artes de Stuttgart fundada por Carlos Eugenio en 1761. Hacia 1763 trabajó en Italia: en esa fecha se inauguró en Como el nuevo teatro, en el que Colomba trabajó para muchas escenas. En la misma ciudad pintó el coro de S. Giacomo y la iglesia del seminario Benzi. El pintor se trasladó a Turín donde tomó el lugar de los hermanos Galliari firmando en 1769 la capitulación con la Sociedad de los caballeros que administraba el teatro Regio. Las relaciones con el teatro turinés, donde trabajó durante dos temporadas hasta 1771, estuvieron, sin embargo, salpicadas de interminables litigios. En los años 1774-1780 está documentado en Londres como pintor de paisajes y de escena en el King's Theatre y en 1775 instaló un teatro en Weston Hall para sir Henry Bridgeman. La estancia londinense le permitió una precoz apertura hacia la estética prerromántica, reconocible en los paisajes realizados en ese período. Desde 1780 se estableció definitivamente en Arogno y en 1792 pintó en la iglesia de S. Carlo en Poschiavo en Valtellina tres lienzos con S. Remigio que bautiza a Clodoveo, S. Rocco entre los apestados y la Anunciación. En estas últimas obras su estilo oscila entre la estética clasicista y la aún barroca, evidentemente en sintonía con los gustos de la comisión. Según la tradición murió en Arogno en 1793. El lienzo objeto de este estudio presenta la inconfundible manera estilística del artista. La obra se puede comparar con varios lienzos firmados o restituidos con certeza a la producción de Giovanni Battista Innocenzo Colomba, donde encontramos el mismo tratamiento de la luz atmosférica, de las frondas de los árboles, del diseño compositivo escenográfico y de gran profundidad perspectiva. Igualmente coherente es la cromía utilizada, particularmente reconocible en los rojos y los verdes, en los pardos y en los azules. Regresan varios elementos, tales como la presencia del agua, de las amplias frondas verdeantes descritas con investigación lumínica y de las vivaces figuras retratadas nunca en poses estáticas sino con atención al captar un preciso instante, confiriendo movimiento y pathos a cuanto representado. Carlotta Venegoni
Época: Segunda mitad del siglo XVIII