Nicolas Edward Gabe (París, 1814-1865), Gallina ciega Óleo sobre tela, cm h 72 x l 58 (sin marco); con marco cm h 98 x l 84 x p 8 Precio: negociación reservada Objeto acompañado de certificado de autenticidad y peritaje (descargable al final de la página) El cuadro, realizado al óleo sobre tela, representa a algunos nobles con trajes del siglo XVIII jugando a la gallina ciega en el jardín de un palacio aristocrático. La obra está firmada abajo a la derecha como “EGabe”, como solía dejar su nombre el pintor francés Nicolas Edward Gabe (París, 1814-1865). Se trata de un cuadro del siglo XIX claramente inspirado en los modelos franceses Rococó del siglo XVIII, tanto por la elección estilística como, como veremos, por el tema. Nicolas Edward Gabe vivió y trabajó en París y en Francia y se especializó en la pintura de retratos, figuras, escenas históricas y paisajes. Utilizó diversas técnicas, desde el más tradicional óleo sobre tela, hasta el óleo sobre tabla y sobre cobre o la acuarela sobre papel, como demuestran diversas obras que nos han llegado hoy. Son casi inexistentes los estudios sobre su vida y su fortuna profesional. Sin embargo, el hallazgo de diversas obras suyas, firmadas y a menudo fechadas, permiten hoy delinear su figura artística. Diversas obras suyas expresan plenamente el gusto y la sensibilidad que se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX en Francia. Gabe fue, de hecho, exponente de aquel Romanticismo histórico que vio representadas las diversas luchas políticas, sociales e industriales que marcaron el siglo, o episodios históricos de crónica militar, pero también retratos y escenas de género. Influenciado por los continuos desórdenes bajo Napoleón III y por la restauración de la monarquía, Gabe desarrolló, como muchos otros artistas coetáneos, un énfasis en la emoción y la glorificación del pasado más romántico, hacia la recuperación de modelos dieciochescos Rococó. Este estilo tendía a reproducir el sentimiento típico de la vida aristocrática, ociosa, libre de preocupaciones o el de la novela ligera. En la pintura gustó mucho la escena galante, variante aristocrática de la escena de género, representante de mujeres ocupadas en el tocador, en boudoirs o en ritos hedonistas que se hacen símbolo de una visión más astuta y mundana del arte. Los pintores usaron colores delicados y formas curvas para expresar el valor de la gracia y la ligereza. Entre los mayores exponentes, para la pintura, cabe recordar a Jean-Antoine Watteau, François Boucher, Jean-Marc Nattier y Jean-Baptiste Pater. Gabe se inspiró diversas veces en sus trabajos, proponiendo en sus lienzos temas y estilo típicamente rococó. El tema de la danza en el parque y sobre todo del juego de la gallina ciega fue a menudo representado en la pintura del siglo XVIII, ya que bien representaba el La gallina ciega es un juego de origen antiquísimo y se remonta a la época de la Antigua Roma, aunque las fuentes son siempre muy contrastantes. Representa una variante de otro famoso juego de exterior llamado el pillapilla, que se difundió en la Inglaterra victoriana. Fue muy practicado por la nobleza en la Francia del siglo XVIII. El juego representaba solo un viático de la relación amorosa, pretexto para favorecer las relaciones sentimentales entre los jóvenes de la época. La gallina ciega de los nobles del siglo XVIII podía desarrollarse incluso con solo dos jugadores, en el que uno era el vendado y el otro el competidor a capturar. La finalidad, por lo tanto, era solo la de crear un acercamiento entre una probable pareja de enamorados. Por otro lado, el mundo lúdico dieciochesco era astuto, lleno de trucos y engaños. Los nobles pasaban el tiempo en fútiles juegos como la gallina ciega, el ajedrez o la caza en los parques. De este modo, la nobleza del Antiguo Régimen, viviendo en la corte, era distraída y alejada de la vida política, cuyas decisiones eran prerrogativa de la monarquía absoluta. La comparación del lienzo de Gabe objeto de este estudio con algunas obras de Jean-Baptiste Pater (Valenciennes, 29 de diciembre de 1695 – París, 25 de julio de 1736) evidencia las fuentes de inspiración a las que miró el autor decimonónico. Carlotta Venegoni
Época: Siglo XIX
